Yo Soy Tu Castillo II

Cuando te encuentres triste y no puedas conseguirme; cuando desesperes por las cosas que te pasan en la vida; cuando tengas ganas de llorar y no veas a nadie que te de un abrazo; cuando sientas que no eres feliz; cuando las horas más oscuras las veas frente a ti, recuerda: Yo soy tu Castillo!. En mi encontrarás refugio, protección, paz, razón. En mi encontrarás un hombro en el cual llorar, unos brazos que te cubrirán en silencio mientras dure tu desvelo. En mi busca la felicidad y podrás ver luz en mis ojos que te guiarán por el camino, hasta que superes el momento.

Cuando estes radiante de alegría; cuando sientas que tu corazón estalla de sensaciones magníficas que se irradien por tu ser; cuando las cosas te salgan bien y veas amigos por todos lados, recuerda: Yo soy tu castillo!. En mi encontrarás comprensión y sabrás que comparto tu sonrisa. En mi escucharás el eco de tu corazón alegre, porque cuando el ríe el mío también. En mi tendrás a otro amigo que te apoya, compañero que te anima y a un ser humano que te aprecia.

Yo soy tu castillo. Mis muros han dejado que tu entres y dejes tu canción por mis pasillos. Te he dejado salir, porque sería mezquino con el mundo encerrarte para siempre. En mis jardines hay flores que esbozan tu rostro sonriente en el aire. Tengo fuentes diversas que entonan canciones en tu honor. Miles de aves me visitan y me traen noticias frescas y me invitan a volar con ellas para volver a encontrarte. De día, el sol calienta mis torres y de noche, la luna vela por mis sueños. Yo soy tu castillo.

Cuando estés entre otros muros; cuando otros pasillos reciban tu canto; cuando des luz a otros jardines y las aves visiten otras torres, recuerda: Yo soy tu castillo y aguantaré de pie el resto de mi vida hasta la última piedra de mis cimientos.

(Hice una modificación de este escrito para compartirlo con toda la familia en estos momentos que esperamos la recuperación de Pedro Yumare, es para ustedes, para nosotros. Dios los Bendiga. Juancho)